Uso de la nueva regulación para realizar ajustes operativos y financieros provocados por la guerra de aranceles
La nueva regulación, que ha implementado en nuestro ordenamiento los instrumentos preconcursales, podrá ser un magnífico instrumento para mitigar los negativos efectos en la viabiliad empresarial del impacto en la actividad que genere la guerra comercial internacional originada tras la aplicación de aranceles impuestos por la administración estadounidense.
El objetivo debe ser tomar medidas de la manera más anticipada posible, a través de un proceso de planificación con el que estimemos el impacto en la actividad de la empresa de la nueva estructura comercial internacional, su profundidad y duración.
La planificación deberá estar basada en un nuevo plan de negocio que incluya medidas de reestructuración tanto operativas como financieras, todo ello visualizado a través de un completo modelo de proyecciones financieras.
Si la exportación al mercado USA tiene un importante peso en la actividad de la empresa, el gestor podrá optar por promover ajustes que
- Acomoden de una manera permanente la estructura de la actividad para un menor volumen de negocio.
- Ajusten temporalmente la estructura en espera de nuevos mercados sustitutivos o de una recuperación del mercado USA siguiendo un posible cambio en su pollítica económica.
Como siempre, el objetivo es tomar medidas de la manera más anticipada posible, una vez se haya definido el nuevo plan de negocio, que demandará una reestructuración operativa y financiera, tanto con los acreedores comerciales como los financieros. En la modificación de las operaciones de deuda contemplaremos una refinanciación, si todos los acreedores involucrados aceptan las modificaciones, o una reestructuración si tenemos que utilizar la regulación preconcursal, pero siempre con el objetivo de evitar el proceso concursal, por lo que es vital iniciar el proceso con tiempo suficiente. La utilización del nuevo concepto de probabilidad de insolvencia nos ayudará en el proceso.